Inteligencia emocional es un término que se comenzó a utilizar en la década de los noventa. En la actualidad, dentro del campo de la psicología, se mantiene muy vigente, puesto que la vida de todos los seres humanos está influenciada a diario por sus pensamientos, emociones y sentimientos, y contar con habilidades para convertirlas en aspectos positivos representa una gran ventaja. Para comprender mejor el tema, a continuación te hablaremos de casos de inteligencia emocional en la vida cotidiana. ¡Sigue leyendo!
Qué es la inteligencia emocional y componentes clave
La inteligencia emocional es la capacidad que tiene una persona para identificar, entender y gestionar sus propias emociones de manera efectiva; así como también las de otros. Este conjunto de habilidades crea mayor conciencia de las emociones y muestra cómo regularlas de forma saludable, para sentirse bien consigo mismo y a la vez mantener relaciones positivas con el entorno.
En la inteligencia emocional interviene:
- La autoconciencia, al reconocer y comprender tus propias emociones.
- También la autorregulación con la capacidad para gestionar lo que sientes.
- La motivación que te permite alcanzar los objetivos planteados,
- La empatía cuando te pones en el lugar de la otra persona.
- Por último, las habilidades sociales que te ayudan a interactuar con otras personas de forma efectiva.
Importancia de la inteligencia emocional
Hablar de inteligencia emocional es necesario porque representa una habilidad esencial para el éxito en el ámbito personal y profesional. Gracias al desarrollo de esta cualidad somos capaces de comunicarnos mejor y tenemos más herramientas para solventar los problemas que se presentan en el día a día, lo que resulta en mejores relaciones personales.
Las personas con una inteligencia emocional elevada gozan de una mejor salud mental, bienestar general y pueden ser mejores líderes.
Desarrollando la autoconciencia emocional
Técnicas para mejorar la autoobservación
La autoobservación es la acción de mirarse a uno mismo, para evaluar los propios pensamientos, emociones, reacciones y comportamientos. Y así comprender mejor la manera en la que se actúa ante diversas situaciones.
Algunas formas de poner en práctica la autoobservación son:
- Dedicar, a diario, tiempo a la reflexión.
- Lleva un diario donde puedas anotar tus experiencias, sentimientos y pensamientos.
- Cuestionarte a ti mismo con preguntas sobre tus reacciones, pensamientos o sentimientos ante alguna situación en particular.
- Analiza si estás repitiendo ciertos patrones.
- La meditación y/o el mindfulness.
La reflexión como herramienta de autoconocimiento
Reflexionar te brinda la oportunidad de centrarte en ti mismo, y es una herramienta maravillosa para comprender mejor quiénes somos como individuos y de qué forma nos estamos relacionando con lo que nos rodea.
Encontrar un tiempo para la reflexión, ya sea corto o más extenso según lo desees, conlleva una serie de beneficios personales de crecimiento y desarrollo. Sólo debes tener en cuenta que se requiere dedicación y esfuerzo para lograrlo.
La gestión de emociones en situaciones cotidianas
Estrategias para manejar el estrés y la ansiedad
Aprender técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga es una de las principales tácticas que puedes poner en práctica para reducir los efectos del estrés y la ansiedad. Incluir en la rutina diaria algún tipo de actividad física ayuda a liberar endorfinas que tienen un efecto relajante en el cuerpo.
Los hábitos saludables, tanto de alimentación, como rutinas sanas para dormir, y evitar el alcohol y la cafeína; así como las terapias y el apoyo de un psicólogo también resultan muy efectivos.
Comunicación asertiva y empatía en las relaciones
Comunicarte de forma asertiva requiere poder manifestar tus necesidades y anhelos de manera precisa y directa, utilizando siempre un lenguaje que lleve implícito el respeto. Además, una parte esencial de comunicarse es escuchar atentamente con la intención de comprender las emociones y sentimientos del otro.
Por su parte, ser empático se logra cuando escuchamos con atención a la otra persona y somos capaces de poner a un lado nuestras emociones y juicios, para tratar de validar las emociones del otro.
Inteligencia emocional en el trabajo
Resolución de conflictos y trabajo en equipo
Dentro de las organizaciones, los trabajadores que tienen una inteligencia emocional alta son capaces de comprender, ayudar y motivar al resto del equipo de trabajo. Además, cuentan con habilidades que les sirven para el manejo adecuado de situaciones de conflictos o crisis.
Poner en práctica la inteligencia emocional en el trabajo fortalece los vínculos laborales y contribuye al incremento de la productividad.
Liderazgo y motivación a través de la inteligencia emocional
Ser un líder verdadero requiere de un conjunto de cualidades que contribuyen a que el equipo de trabajo logre mejores resultados. El liderazgo efectivo implica ser consciente de sus emociones, tomar decisiones acertadas, comunicarse de forma asertiva; así como, tener herramientas para resolver conflictos y ser capaces de inspirar a sus compañeros de trabajo.
Fortaleciendo las relaciones a través de la inteligencia emocional
Comprender y manejar las emociones de los demás
Comprender las emociones de quienes están a nuestro alrededor también forma parte de tener una inteligencia emocional alta. Aspectos como la escucha activa, el respeto, los límites y habilidades como la empatía son indispensables en las relaciones interpersonales sanas, y la inteligencia emocional te brinda las herramientas necesarias para lograrlo.
Construir vínculos emocionales saludables
Los vínculos emocionales saludables se basan en el manejo y comprensión, tanto de las emociones propias como las de los otros. Cuando tenemos autoconocimiento y autorregulación, somos capaces de crear vínculos más sanos, que nos permiten tener una conexión sincera y real con quienes nos rodean y con el mundo en general.
Casos prácticos de inteligencia emocional
Ejemplos de la vida real
La inteligencia emocional puede ponerse en práctica en cualquier ámbito de nuestra vida. En casos como:
- En el trabajo, una persona comete un error y tiene un líder con inteligencia emocional alta, este será capaz de aceptar las equivocaciones, pero teniendo claro que hay que aprender de lo sucedido.
- Reconocer el triunfo de otra persona con humildad, sin que ello afecte tu valor personal.
- Un atleta puede utilizar técnicas de autogestión para mantenerse concentrado y enfocado antes de una competición deportiva importante.
- Tanto en el trabajo como en los estudios, una persona puede autoobservarse y encontrar cuáles son sus fortalezas y debilidades. A partir de estas buscar estrategias para mejorar.
Lecciones aprendidas y consejos prácticos
Recuerda que la inteligencia emocional es una habilidad que podemos aprender, desarrollar y mejorar a lo largo de nuestra vida para luego ponerla en práctica en nuestras relaciones, en el trabajo y en nuestra vida personal.
Si deseamos tener una inteligencia emocional alta, debemos prestar siempre atención a nuestras emociones y a las de los demás. También ser empáticos y compasivos con quienes nos rodean, de modo que podríamos fortalecer las relaciones, sentir bienestar y paz.
Herramientas y recursos para desarrollar la inteligencia emocional
Libros, cursos y aplicaciones recomendadas
Son muchos los recursos disponibles relacionados con el aprendizaje, la práctica y la teoría de la inteligencia emocional. A continuación te dejamos algunas recomendaciones, en cuanto a bibliografía:
- Inteligencia Emocional 2.0 y el Arte de la inteligencia emocional, ambos escritos por Travis Bradberry y Jean Greaves
- Inteligencia Emocional: Una guía de 21 días de James W. Williams.
- Las claves de la inteligencia emocional de José Antonio Marina
Con relación a cursos, talleres y programas sobre inteligencia emocional, en línea, puedes encontrar una variedad de sitios web que los ofrecen, algunos incluso de forma gratuita. Por otra parte, también hay aplicaciones como Happify, Headspace y Thrive, dedicadas al logro del bienestar emocional.
Prácticas diarias para cultivar la inteligencia emocional
- Prestar atención a lo que sientes.
- Practica la escucha activa.
- Lleva un diario de emociones.
- Practica la meditación.
- Leer.
- Asistir a terapias con un profesional de la salud mental, como los psicólogos en Salamanca.
Conclusión
Si estás buscando formas de integrar la Inteligencia Emocional en la vida diaria, recuerda que aprender técnicas de autoconocimiento y autoobservación es el primer paso en este camino. De modo que luego seas capaz de regular tus emociones, dejando a un lado el estrés y la ansiedad y dando paso a una comunicación asertiva y a la empatía.
Lograr una inteligencia emocional alta no solo resulta beneficioso en el ámbito personal, sino también en el laboral. El liderazgo efectivo, la motivación personal y a los otros, así como la capacidad para resolver conflictos son habilidades invaluables, que te llevarán a disfrutar de una vida plena y a mantener relaciones saludables.
